
El hombre que esquivaba la lluvia
Una danza entre lo inevitable y el deseo de permanecer seco, aunque solo sea por un instante.
LITERATURAPOESÍA
José Luis Machado / Uruguay
5/11/20252 min read


Al principio, el hombre, claro, identificó la lluvia. No se fiaba del olor a tierra mojada ni del susurro de las hojas, sabedor de que la lluvia a veces llega sin anunciarse. Miró las nubes, pero no tanto, no fuera cosa que se olvidara del suelo, porque es allí donde caen las primeras gotas. La lluvia, como siempre, comenzó despacio, como quien duda en ir, pero llega.
Una vez confirmada, empezaron los cálculos: la distancia al refugio, la densidad del cielo, la dirección del viento, la velocidad de sus pasos.
Todo importaba, aunque nada le garantizaba el éxito. Si tuviera un paraguas, pensó, pero no era el caso. Sabía que el arte del esquive exige maestría. Entonces, alternó pasos largos y cortos, como si esa estratégica danza pudiera engañar a la gravedad. Si bien llevaba unos zapatos de cuero, tuvo cuidado con los charcos. Esquivar no es solo evitar lo que cae, sino también lo que queda. Caminó rápido, pero sin correr. Correr era como una promesa rota: más gotas en la cara, el doble de incertidumbre y el triple de posibilidades de caer.
Hay quienes dicen que correr minimiza el impacto, pero esos cálculos olvidan la poesía del asunto. Esquivar la lluvia no es cuestión de matemáticas, sino de voluntad. Contó desde el primer momento con lo inevitable —porque sabía que siempre llega el momento en que la lluvia te alcanza—, y cambió la táctica. Dejó de esquivar y comenzó a recibirla. Cada gota era una caricia fría, pero suave. Cada charco, un espejo accidental. Al fin y al cabo, esquivar la lluvia es aprender a convivir con ella.
Cuando todo pasó, se sacudió como un perro recién bañado y miró el cielo como si le pidiera revancha. Pero no se engañó: la lluvia siempre gana. Aun así, le quedó su victoria secreta, la de haber jugado con ella, aunque fuera solo por un instante.
Originario de Montevideo, Uruguay, es poeta, escritor y colaborador habitual del blog Montevideano-Laboratorio de Artes. Sus textos han sido publicados en varios países. Ha participado en eventos internacionales como el XXI Festival Internacional de Poesía en Cartagena (2017) y el festival Livrera (2019).
